martes, 16 de noviembre de 2010

FILANTROPIA (comentario al blog de Mª Antonia Ortega: "Los árboles de la ciudad II (3)")

De sus estudios antropológicos Georges Bataille nos viene a decir que lo que finalmente nos distingue del resto del mundo animal y el origen de lo que llamamos humanidad se encuentra en el el trabajo, más tarde surgirá el arte, entendido como juego. Es el trabajo lo que ha hecho al hombre una especie diferente al resto. Diría más, es la capacidad del hombre para inventarse, querer dejar de ser lo que ve en el espejo o lo que observa del semejante, quien de continuo quiere algo más, otro escalón, rizar el rizo.
Sin embargo, me sorprende al leer el libro de artículos de Pierre Bourdieu :”Pensamiento y acción” editado por “Libros del Zorzal” en 2005 (con artículos que datan de 1995 aproximadamente en adelante) que lo que cuenta sigue más actual que nunca, es un fenómeno ante el que trata de ponernos sobre aviso y probar nuestra capacidad de reacción, y dudo que exista una reacción acorde al problema de fondo, en el sentido de “coordinada”. Hay conciencias aisladas, estados de conciencia de personas adelantadas a su época, pero que no confluyen ni en el tiempo ni en el espacio.
Aunque recapacito y comprendo que estados de conciencia individuales han hecho reflexionar al resto, puede que hasta con más libertad o margen que los movimientos colectivos y, que cada uno de estos estados de conciencia, no simplificados, por su misma complejidad a primera vista pueden resultar a la inteligencia acomodada como una provocación, en la interpretación que nos da Pierre Bourdieu: “La virtud de la provocación consiste en que ofrece la posibilidad de <anticipar>, tornando inmediatamente visible aquello que sólo la intuición o el conocimiento permiten presentir, las sumisiones y los conformismos ordinarios de las situaciones ordinarias anuncian las sumisiones extraordinarias de las situaciones extraordinarias”. Bourdieu advierte preocupado que el interés por conseguir el máximo beneficio en el menor período de tiempo posible amenaza el arte. La lectura alarma porque su análisis es riguroso y nada aventurado, lo que me tranquiliza es reconocer focos aislados: autores, críticos, pequeñas editoriales, responsables de promoción de música contemporánea, etc., que trabajan para que el interés a corto plazo, el invento del dinero no acabe con el invento del arte. Bourdieu acude a una fórmula de Platón para referirse a los verdaderos amos del mundo: “nadie es malvado voluntariamente”, apelando a la inteligencia, pues al final de todo este circuito quien quiere pagar un precio por una casa que no lo vale, por un profesional que no hará que cambie nada, por un libro que sólo al leer un par de frases se lanza lejos de la vista, por un cuadro, escultura, film... que nos aburren de tal manera que es imposible mantener la atención, al final de ahora debe primar el interés general, porque lo peor es una gran casa-bunker, un almacén al completo, aséptico-silencio, unos pocos entran y salen con sofisticados mecanismos virtuales, todo es un copia y pega.

1 comentario:

  1. A Pierre Bourdieu, lo leí de mala gana en clase, nos lo definieron como un sociólogo que parte de la división de clases del marxismo y observa que en la educación (el arte) no existen diferencias de clase, o sea que un pobre puede ser tan culto y tan sensible, o más, que un rico, por que el gusto artístico se puede adquirir sin la ayuda de recurso materiales, y a la inversa que un rico por mucho dinero que tenga no dejará de ser un ceporro (lo que Natura no da Salamanca no otorga), supongo que habré de releerlo

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